Ganar – Ganar
Por Mg. Santiago Malvicino. Consultor en Sistemas de Gestión de Triple Impacto – Desarrollo Sostenible – Gestión del Conocimiento – Innovación Social.
La Economía de Mercado + La Economía Social.
Se necesitan +Ideas y -Menos Ideologías
Estoy asombrado del grado de desigualdad que existe, sin que la gente realmente se enoje. Warren Buffett
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para 2021 se estima que aumentará en 7.5 millones el total de trabajadores en el sector informal de la economía en América Latina y el Caribe (ALyC), con lo cual la tasa subiría de 60% a 61.3% en promedio en la región.
Nuestro planeta afronta retos globales inéditos en forma de emergencia climática, pérdida de la biodiversidad e incremento de la desigualdad, la crisis sanitaria que causó el COVID-19 nos lleva a un llamado de atención de la interconexión global y del hecho de que nadie está a salvo y bien, hasta que todos lo están, ya que ningún cierre fronterizo fue lo suficientemente estricto como para prevenir la propagación de la enfermedad.
En el Foro de Davos, el FMI entregó su informe sobre las perspectivas de la economía mundial en 2020. su economista principal, Gita Gopinath, anunció una reducción de las previsiones de crecimiento para 2020 y 2021 con respecto a las estimaciones anteriores, mientras que la jefa del FMI, Kristalina Georgieva, advirtió que la economía mundial corre el riesgo de volver a la Gran Depresión de los años 30. Georgieva dijo que la actual economía mundial podría compararse con los «felices años veinte» que culminaron con el gran colapso del mercado de 1929. Agregando: “El aumento de la desigualdad y la creciente incertidumbre causada por la emergencia climática y las guerras comerciales evocan la primera parte del siglo XX, cuando las fuerzas gemelas de la tecnología y la integración condujeron a la primera edad dorada, los felices años veinte y, en última instancia, al desastre financiero».
Con todo, no hacemos las siguientes preguntas:
¿cómo diseñar plataformas de reconstrucción que puedan crear ecosistemas de triple impacto resilientes, inclusivos y sostenibles?
¿qué papel juegan las empresas, los estados, las organizaciones sociales y la comunidad toda?
¿qué herramientas innovadoras diseñar para que se traduzcan en metodologías sistemáticas que aporten a las buenas prácticas de innovación económica, social y ambiental?
En este sentido los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas son un plan bien completo para la prosperidad compartida brindando un marco universal crítico para estructurar esfuerzos de acción colectiva y colaborativa proponiendo una lente única a través de la cual traducir las necesidades y ambiciones globales en soluciones de negocios tangibles.
En el mismo sentido el profesor Klaus Schwab, cofundador del Foro Económico Mundial, propone reformular el capitalismo y el contrato social desde lo que llama: “El capitalismo de las partes Interesadas” planteando un modelo donde las corporaciones privadas actúen como fideicomisarios de la sociedad para dar respuestas a los desafíos sociales y ambientales, así las empresas serían la principal fuerza para enfrentar problemas de desigualdad de ingresos y riquezas, cambio climático, desastres ambientales y crisis migratorias, acercando al mundo a la consecución de objetivos compartidos.
Desde nuestra experiencia en los territorios no tenemos duda que el sistema de producción capitalista debe evolucionar y transformarse para involucrar a otros sectores de la sociedad como parte de metas compartidas para solucionar problemas concretos.
En Latinoamérica, como en casi todo el mundo, coexisten tres subsistemas en la provisión y distribución de bienes y servicios: el Mercado, el Estado y el de la Economía Social, con lógicas muy diferentes, pero a nuestro entender muy complementarias, simbióticas y sinérgicas.
En el nuevo paradigma empresarial: el triple Impacto, prevalece el afán de crear beneficios económicos, sociales y ambientales, En el Estatal la lógica es la construcción de legitimidad y la gobernanza para sostener la representatividad política, En la Economía Social la propuesta es asegurar el trabajo sostenible y la calidad de vida de sus miembros.
En esta misión solidaria, la Economía Social, se enfoca casi con exclusividad en financiarse desde el estado, que no logra ser eficiente y eficaz en el aporte a la sustentabilidad de las Organizaciones Sociales, pero no explora la relación con la economía de mercado en donde las interacciones son muy pocas o nulas. A su vez la Economía de Mercado desaprovecha las competencias, inteligencias y ventajas que tienen las organizaciones sociales en conocimiento del territorio, ventajas de contratación más flexibles, con costos menores y como colaboradores de procesos de economía circular, Agenda 2030, Objetivos de Desarrollo Sostenible, cambio Climático y Derechos Humanos.
Entrelazar la economía de mercado y la economía social va en ambos sentidos y se benefician ambas, sin abordajes ideológicos concentrándose y enfocándose en desarrollar ideas, gambeteando las ideologías donde muchas veces se defienden consignas en nombre de algo que no funciona, esto hace que se pierda aplicabilidad acudiendo a “teorías” que no tienen sustento práctico, ya que, Las cosas que suceden en el día a día son otras. La economía de mercado representada por las empresas y la economía social representadas por las Organizaciones Sociales se llevan muy bien, juntas crean beneficios económicos, sociales y ambientales y juntas pueden aportar mucho más a la agenda 2030 en lo referido a la sustentabilidad, la economía circular ,la economía verde y el cambio climático, además propone una interfaz distinta para las Organizaciones de Base a la de pedir financiación estatal de manera exclusiva, que es, integrarse a las cadenas de valor de las empresas para poder proyectarse, desarrollarse y crecer tanto en volumen de negocios, como en conocimientos, generando beneficios de Triple Impacto cuando encuentra asociaciones reales con la economía de mercado. También el Estado se beneficia y mucho, incrementando el PBI, creando empleos sostenibles, estableciendo relaciones durables y duraderas en los territorios haciendo énfasis en la educación para la derrota de la pobreza y la exclusión.
Una propuesta GANAR – GANAR para la integración de la Economía de Mercado y La Economía Social, es el Programa Entrelazos©, (www.entrelazos.org ) que se aplica en Argentina y que enfoca su propósito en una visión transdisciplinaria como herramienta de lucha contra la pobreza cultural, política, ideológica y como respuesta a los procesos globalizadores, con implicancia en los cambios de incumbencia del Estado Nacional y su proceso de retiro para solucionar problemas territoriales.
Un programa que logró integrar en las cadenas de valor de varias corporaciones y Pymes, a organizaciones sociales que prestan servicios que aportan a la sustentabilidad de ambos sectores interviniendo desde tres ejes:
- Incrementando las oportunidades de negocios, empleos sostenibles e incremento en los ingresos.
- Desarrollando capacidades de gestión en las Organizaciones Sociales para atacar la asimetría de conocimientos y crear interfaces de comunicación, intercambio, colaboración y cooperación entre las empresas y las organizaciones sociales.
- Incorporando a la interacción Empresa- Organización Social – Conceptos de Sustentabilidad, Economía Circular, ODS, Agenda 2030 y Cambio Climático
El Programa Creó en dos años 300 puestos de trabajo sostenibles, recicló más de 3 toneladas de PET y 3,8 toneladas de cartón, creó nuevas unidades estratégicas de negocios(emprendedorismo) en: construcción, pallets circulares, servicios industriales y biocombustibles, además de impactar en indicadores de seguridad como reducción de delitos, violencia de género , lucha contra las adicciones y distribuyendo 2,5 toneladas de alimentos en barrios vulnerables, también capacitando más de 700 personas , convocando a 250 voluntarios, más de 10 empresas encadenadoras, universidades y ONG que se aliaron al mismo.
Este proceso de voluntariado de triple impacto generado desde las empresas aliadas a las organizaciones sociales aparece como resistencia, más adaptativa que confrontativa, pero como voluntad de los habitantes de un territorio de forjar su destino colectivo. Se trata de un proceso en el que se destaca la importancia del liderazgo, de la cultura del trabajo y la producción en Alianzas Estratégicas ODS 17, de abajo hacia arriba para poner en valor el territorio , la diversidad y la revalorización de la cultura local, priorizando a los emprendedores y a las pequeñas y medianas empresas por su generación de empleo. Se trata de un ejercicio de la democracia, de la iniciativa privada y de la libertad que otorga la incorporación de conocimientos para construir el tejido social como soporte de actividades económicas, sociales y ambientales articulando con los “Protagonistas”, transformándolos de “Actores Sociales” en “Autores Sociales” en el lugar donde transcurre la vida: El Territorio.
Mg. Santiago Malvicino
Consultor en Sistemas de Gestión de Triple Impacto, Sustentabilidad y Gestión del Conocimiento.
Director Ejecutivo en Certificación Triple Impacto® Fundador de MODELO EPISTEME®, Creador del Programa Entrelazos® (Innovación Social de Triple Impacto), Consultor en Sustentabilidad y Desarrollo Sostenible para Naciones Unidas (UNOPS Argentina), Banco Interamericano de Desarrollo (Centroamérica), Visión Mundial(Centroamérica) – Consultor en Sistema de Gestión del Conocimiento para Mundo Cuervo (México) – Director de Sustentabilidad y PyMEs Espacio EXCELENCIA FUNDAPRE-FUNDECE – IPACE (Argentina) – Director del Posgrado Estrategias de Sustentabilidad y Objetivos de Desarrollo Sostenible Universidad Nacional de Entre Ríos (Argentina) Facultad de Ciencias Económicas – Escuela de Negocios. Profesor en Innovación Social de Triple Impacto Universidad de Buenos Aires Facultad de Ciencias Económicas – Speaker Internacional en temas de Sustentabilidad – Desarrollo Sostenible – Triple Impacto – Gestión del Conocimiento – Innovación Social.
