Resiliencia Social en Tequila.
Por Sonia Espínola de la Llave, Directora Fundación Beckmann.
Tequila desde su fundación en el año 1529 ha enfrentado cambios muy importantes y ha tenido una gran resiliencia para adaptarse, algunos de estos cambios no fueron por voluntad propia, sino por el contexto que los fue llevando de una comunidad agroindustrial a convertirse en un polo turístico importante a nivel nacional e internacional, momentos importantes que vale la pena señalar en los últimos 20 años son los siguientes:
En 1995 Jose Cuervo celebro 200 años de existencia, llegaron invitados de todas partes del mundo, un gran acontecimiento que permitió a medios de comunicación y visitantes extranjeros darse cuenta qué existía un pueblo llamado Tequila con una gran historia y cultura, su población experimentó por primera vez la admiración y reconocimiento a nivel internacional de contar con la empresa más antigua de América Latina. Empezaban los destellos para ser un destino turístico.
En 1997 la comunidad europea, reconoce a la categoría tequila con la denominación de origen, esta aceptación, permitió que los europeos se dieran cuenta de la importancia de esta bebida espirituosa y que existía un pueblo con el mismo nombre que la bebida, la historia y la cultura del tequila se empieza a conocer afuera de nuestras fronteras, su comunidad una vez más se sintió orgullosa de sus raíces y se percató de la relevancia que representaba la bebida el pueblo y su gente.
En 2003 se abre la primera etapa de Mundo Cuervo, el destino turístico de la empresa Jose Cuervo, esto implicó que la comunidad conociera un plan de desarrollo, que ayudaría a la población a elevar su calidad de vida y generar empleos, permitió el emprendimiento de nuevos negocios, desarrollo de nuevos proveedores, la importancia de la capacitación en temas de hospitalidad, por primera vez los jóvenes no tenían que irse de Tequila para conseguir empleo.
En 2004 la Secretaria de Turismo a nivel federal otorga a Tequila ser un pueblo mágico por su historia y por sus tradiciones, la relevancia de ser un pueblo mágico logro la formación de un fideicomiso integrado por los actores principales de la comunidad y se unieron para trabajar en un bien común, lograron bajar recursos en beneficio de su Ciudad y de los Tequilenses.
En 2006 la declaratoria del Paisaje Agavero, trajo nuevos retos y grandes compromisos para los pobladores de la región, el aceptar este distintivo por parte de la ONU como patrimonio cultural de la humanidad, implicaba proteger el medio ambiente, el paisaje agavero y la conservación territorial de la región, por lo que una vez más los diferentes organismos tanto de la iniciativa privada y la pública trabajaron por el bien común.
La vocación turística se fortaleció gracias al lanzamiento de la Ruta del Tequila en 2009, una iniciativa del Banco Interamericano de Desarrollo y la Fundación Jose Cuervo, para dar un impulso a todas las comunidades alrededor del Volcán de Tequila, un proyecto que inicio desde el año 2005 mapeando los atractivos turísticos, un proyecto territorial para apoyar a los microempresarios, micro-productores a ver en el turismo una vocación para elevar su calidad de vida y traer derrama económica a la región.
En el año 2012 arrancó Jose Cuervo Express, con un trayecto de 70 km de Guadalajara a Tequila, 7 vagones que permitieron regresar al pasado, a la época dorada de los trenes de pasajeros en México, un tren que vistió de gala a Tequila y su región, portando el color negro y sus aplicaciones representando la mexicanidad, de nuevo se incursiono en un nuevo negocio, dando trabajo directa e indirectamente a más de 250 personas, se incrementó la demanda de mejores servicios gastronómicos, de hospedaje , de transporte y los habitantes de Tequila se reinventaron para ser los que ofrecieran estos servicios mejorando su calidad de vida.
Desde el año 2015 Tequila trabaja bajo el Modelo de Desarrollo Sustentable para convertirse en una de las primeras Ciudades Inteligentes, hoy cuenta con un sistema de información territorial que permite tomar mejores decisiones en los diferentes ámbitos, en lo urbano, social, ambiental y de concientización en donde todos somos partícipes del futuro de Tequila.
En el año 2020, el mundo se detuvo y Tequila se detuvo, su actividad turística por el tema de la pandemia se vio afectado considerablemente, muchas familias se quedaron sin su ingreso principal que provenía de los visitantes, los prestadores de servicio , los comerciantes, los transportistas tuvieron que cerrar sus actividades, fue un momento de resiliencia, de meditar y adaptarse a las nuevas circunstancias, tuvieron que capacitarse, reinventarse, implementar medidas de higiene y sanidad, tuvieron que re-imaginarse ante la nueva normalidad, unirse por sectores para trabajar con nuevos esquemas y mecanismos para regresar a la “nueva normalidad”.
Es así como los habitantes de Tequila y los pobladores de la región valles se han adaptado a todos los cambios que se han presentado en las 2 últimas décadas, estos acontecimientos impulsaron a muchos para prepararse ante los nuevos retos, redireccionar sus vocaciones o negocios, emprender nuevos giros, tuvieron que ser creativos e innovadores, adelantarse ante las necesidades de un destino, hay mucho por hacer todavía, es importante seguir trabajando y conservar y mejorar lo que se ha logrado hasta hoy, se tiene un gran compromiso histórico, nuestros niños y nuestros jóvenes heredarán un mejor Tequila con un pasado histórico y un futuro lleno de nuevas oportunidades.
Sonia Espínola de la Llave.
Comunicóloga, Maestra en Marketing Bussiness Administration, Directora de la Fundación Beckmann, Maestro Técnico Tequilero por la Universidad Autónoma, Conocedora del Tequila por la Cámara Nacional de la Industria Tequilera, Coordinadora del Comité de Responsabilidad Social de la Cámara Nacional de la Industria Tequilera.
