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Garantizar la continuidad y calidad de los servicios de educación a distancia; un reto aún por atender.

Garantizar la continuidad y calidad de los servicios de educación a distancia; un reto aún por atender.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) señala que en México solamente 55 por ciento de los habitantes tienen acceso a banda ancha fija, lo cual significa que cinco de cada 10 carecen de ese tipo de tecnología.

En América Latina la pandemia de coronavirus provocó el cierre temporal de miles de escuelas, afectando a 160 millones de estudiantes, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Entre los principales problemas detectados se encuentran la ansiedad y falta de motivación de los alumnos, las dificultades para mantener una relación positiva estudiantes-profesores-familias, la habilidad de los educadores para adaptarse y si esto no fuese suficiente, también tenemos grandes desigualdades en el acceso a internet; según datos de la OCDE el 50% de la población mundial no tiene acceso a internet, y tampoco usa un ancho de banda fijo, lo cual los excluye de las oportunidades de acceso a la educación.

Hoy más que nunca el diseño de los nuevos currículos y la práctica de la enseñanza deben tener en cuenta a sus destinatarios; el análisis de las culturas juveniles es indispensable para afrontar los desafíos de una educación en línea, en la concreción de sus planes y plataformas educativas es preciso tenerlos en cuenta para incrementar la motivación de los alumnos y lograr que un mayor número de jóvenes con alto riesgo de abandono se mantenga estudiando durante más tiempo.

Ello supone configurar un nuevo escenario en las relaciones entre los profesores, los alumnos y los contenidos de la enseñanza, y hacerlo también en la evaluación de todo el proceso de enseñanza y de aprendizaje.  Por ello, la formación de los profesores es fundamental para que dispongan de las competencias necesarias que les permitan incorporar de forma natural las diversas plataformas tecnológicas en su práctica pedagógica.

En México el sistema educativo enfrenta a un cambio tecnológico constante, lo cual hace necesario conocer las plataformas educativas virtuales con la intensión de eficientizar las tareas docentes y al mismo tiempo de fomentar el aprendizaje significativo en los alumnos.

Hay evidencias claras del carácter científico, que muestran que el aprendizaje a distancia a través de las TIC proporciona un ambiente centrado en el estudiante, además de ofrecer escenarios interactivos, eficaces y distribuidos sin las consiguientes limitaciones espaciotemporales que tiene el aprendizaje presencial.

Como ya se comentó, lo que más cuenta es el acceso y la disponibilidad de plataformas eficaces de aprendizaje en línea. En promedio, en todos los países de la OCDE, solo el 50% de los jóvenes de 15 años están matriculados en escuelas cuyo sistema cuenta con una plataforma eficaz de apoyo al aprendizaje en línea.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), señala que en México el sistema de educación “en línea” que instrumentó la SEP dejó fuera al 55.7 por ciento de los hogares y en consecuencia a sus estudiantes.

La educación transformar la existencia de las personas, púes amplía la libertad por acceder a más y mejores oportunidades y al hacerlo, permite que las personas participen de manera activa en las actividades sociales y políticas, dotándolas de las competencias necesarias para trabajar dignamente; la educación puede ser una manera de lograr más movilidad social y salir de la pobreza.


M. C. Juan Alberto González Piñón.

Es Director del Centro de Innovación de la Universidad Panamericana, Campus México. Maestro en Ciencias de Comercialización de la Ciencia y la Tecnológica por el Centro Global de Innovación y Emprendimiento de la Universidad de Texas, Maestro en Ciencias en Administración por el IPN, tiene estudios y certificaciones en el IPADE, Babson Collage, EBC, OMPI, CAF, IPN y el BID. Candidato a Doctor en Innovación por la Universidad Anáhuac.

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