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La gobernanza es la clave para ciudades bien gestionadas

La gobernanza es la clave para ciudades bien gestionadas

Por Federico de Arteaga. Ex Director Grupo JB-Cuervo. Experto en Ciudades, Destinos Inteligentes, en Responsabilidad Social y Sostenibilidad. Publicado por México Business News.

La cuestión de qué tipo de ciudad queremos no puede separarse de la cuestión de qué tipo de personas queremos ser, qué tipo de relaciones sociales buscamos, qué relaciones con la naturaleza mantenemos, qué estilo de vida deseamos o qué valores estéticos sostenemos. David Harvey, Ciudades Rebeldes                     

Hay que gestionar las ciudades y hay que gobernar a los ciudadanos, por eso, tanto en el gobierno como en la política , “el arte es gobernar un espacio público compartido lleno de contradicciones”. Y las ciudades son el espacio real donde tiene lugar la gobernanza, donde se instalan tangiblemente las instituciones. Gobierno, gobernabilidad y gobernanza son cosas distintas y deben diferenciarse cuando se habla de ciudades.

Gobernabilidad y Gobernanza

Hay dos conceptos complementarios: i) Gobernabilidad, que entiende que es posible gobernar fortaleciendo las capacidades de los gobiernos, mejorando los instrumentos y desbloqueando los poderes gubernamentales. Es la capacidad de gestionar una sociedad, el público y sus ciudadanos. ii) Gobernanza, que entiende que ni siquiera dotar de capacidades al gobierno y al estado es suficiente para gobernar y gestionar la complejidad de la sociedad actual. La gobernanza son los factores, las reglas vigentes que se coordinan para producir un bien, una política pública.

La gobernabilidad es, por tanto, un asunto público entre públicos. Es un partido político de oposición dando el gobierno a otro en el poder, o regidores dándoselo al presidente municipal para el buen funcionamiento de un gobierno. Y esto sigue siendo un factor clave.

La gobernanza surge cuando los gobiernos no pueden hacerlo todo, y cuando el sector privado y el tercer sector empiezan a asumir las funciones de gobierno. Es cuando el gobierno se retira a sus funciones esenciales; es decir, cuando el ogro filantrópico se pone a dieta.

¿Para qué sirve la gobernanza?

La gobernanza es fundamental para que el gobierno local tenga la capacidad de generar confianza y gestionar con legitimidad los bienes públicos y pueda gobernar con la máxima participación de los actores estratégicos, como las administraciones de otros niveles territoriales, el sector privado, la sociedad receptora y turistas. Sin gobernanza, o sin un sistema de estímulo en la sociedad, de colaboración en función de un fin común, no es posible lograr una sociedad armónica y eficaz.

¿Cómo se hace tangible la gobernabilidad y la gobernanza?

Esencialmente, la gobernabilidad es a través de la relación entre la presidencia municipal y el ayuntamiento, y la gobernabilidad es a través de la creación de instancias de gestión para la generación de ciudadanía donde confluyen los sectores público y privado, la academia , el tercer sector y los líderes locales. La importancia de la conformación radica en que esta organización tiene, por un lado, los componentes del sistema, es decir, los miembros y, por otro lado, las interacciones que se dan. Cuanto mayor sea el número de miembros, mayor será el número de posibles interacciones. Este es un tema que hay que gestionar, seleccionando los miembros que aportan algún valor per se y en la interacción.

Cómo hacer que la gobernanza sea eficaz

La participación es un tema de moda pero a menudo se confunde participación con asistencia. Lo importante es la participación real en los temas, en el momento, a través de canales donde puedan ser relevantes; es la forma.

Mucho se ha hablado en los esquemas de Destino Inteligente sobre la importancia de la participación de los sectores privado, público, académico, empresarial, institucional y político, así como de los líderes locales. Smart Destinations (con sus pilares de accesibilidad , innovación , tecnología , sostenibilidad y gobernanza ) ha dado cabida a todos estos grupos de interés, pero con un elemento adicional, un organismo de gestión de destino supra, o mejor dicho intra-grupo de interés, para concentrar sobre la gobernabilidad y dejar la gobernabilidad a los políticos y partidos.

Al final, ¿qué estamos buscando?

A veces lo implícito parece contener lo explícito. Este es el ejemplo del estado; siempre se ha hablado de más estado o menos estado como concepto político. Seguramente quienes han reflexionado sobre este tema han contemplado implícitamente la generación de bienes públicos. Pero en las discusiones actuales, lo que se ve es que cuando se habla del Estado, se lo analiza como regulador, generador de empleo , proveedor de subsistencia y, más comúnmente, como manzana de la discordia entre sectores políticos enfrentados.

La generación de bienes públicos es lo que importa porque esta generación de bienes fundacionales permite la generación de bienes privados, de responsabilidad social y de convivencia. A veces lo implícito no refleja lo explícito. Y cuando no hablamos de los impactos, y seguimos hablando de la causa y del motor, el coche seguirá parado; comenzó, pero se detuvo.

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