Las ciudades y las plantas
Por Federico de Arteaga. Director de Planeación en Grupo JB-Cuervo. Experto en Ciudades, Destinos Inteligentes, en Responsabilidad Social y Sostenibilidad.
Como se expresa en el Senseable City Laboratory “La ciudad en tiempo real es real. A medida que las capas de redes e información digital cubren el espacio urbano, surgen nuevos enfoques para el estudio del entorno construido. La forma de describir y comprender las ciudades se está transformando radicalmente, al igual que las herramientas que utilizamos para diseñarlas. La misión del Senseable City Laboratory -una iniciativa de investigación del Instituto Tecnológico de Massachusetts- es anticiparse a estos cambios y estudiarlos desde un punto de vista crítico”.
Dos de sus iniciativas pueden ayudar a visualizar las ciudades desde otro punto de enfoque: Treepedia y Diversitree.
1. Treepedia
Mide la cobertura de las copas de los árboles en las ciudades. En lugar de contar el número individual de árboles, ha desarrollado un método escalable y universalmente aplicable mediante el análisis de la cantidad de verde que se percibe al caminar por la calle. La visualización sólo refleja la percepción a nivel de calle, por lo que no se incluyen los parques.
Al aumentar el dosel arbóreo de una ciudad se contribuye a reducir las temperaturas urbanas al bloquear la radiación de onda corta y aumentar la evaporación del agua. Al crear microclimas más confortables, los árboles también mitigan la contaminación del aire causada por las actividades urbanas cotidianas. Sus sistemas de raíces absorbentes también ayudan a evitar las inundaciones durante las lluvias intensas y las mareas de tempestad.
Las ciudades de todo el mundo lo reconocen y muchas están desarrollando estrategias para aumentar la cubierta vegetal. De hecho, en 2015, el Consejo de la Agenda Global (GAC) del Foro Económico Mundial (FEM) sobre el Futuro de las Ciudades incluyó el aumento de la cubierta vegetal en su lista de las diez principales iniciativas urbanas: «Las ciudades siempre necesitarán proyectos de grandes infraestructuras, pero a veces las infraestructuras a pequeña escala -desde carriles bici y bicicletas compartidas hasta la plantación de árboles para la adaptación al cambio climático- también pueden tener un gran impacto en una zona urbana.»
A medida que las ciudades de todo el mundo se apresuran a aplicar estrategias de cubierta vegetal, han desarrollado una métrica -el Índice de Vista Verde- para evaluar y comparar la cubierta vegetal.
Treepedia no trata de calificar a las ciudades para que compitan en unas olimpiadas verdes. Treepedia pretende concienciar de forma proactiva sobre la mejora de la vegetación urbana.
Algunos ejemplos de ciudades son:
En la gráfica se pueden apreciar los dos indicadores que se miden, el Índice de Vista Verde y la Densidad de Población y los resultados donde Singapur presenta una vista verde del 29.3% de su superficie al igual que Breda, mientras que menor % tiene San Pablo con un 11.7.
2. Diversitree
La diversidad de árboles, a nivel de especies, géneros y familias, es un factor importante para garantizar la salud de los bosques urbanos y proporcionar servicios ecosistémicos a miles de millones de habitantes de las ciudades. Utilizando datos de código abierto sobre inventarios de árboles a nivel mundial, Diversitree examina (1) la diversidad de especies, géneros y familias de árboles urbanos en ocho ciudades a nivel internacional; (2) la puntuación que obtienen en los puntos de referencia e índices de diversidad; y (3) la variación de la diversidad dentro y fuera de los centros de las ciudades. El conocimiento de la diversidad del arbolado urbano y de los patrones de variación espacial en las ciudades a nivel internacional puede ofrecer las pruebas necesarias para respaldar los puntos de referencia heurísticos.
Las redes de árboles urbanos son esenciales para la resistencia ecológica y el carácter de las ciudades. Los árboles de las calles, en concreto, son una parte importante del bosque urbano, ya que suavizan la dura interfaz edificio-calle y filtran el aire entre los peatones y el tráfico. Se miden las redes de árboles callejeros según la regla 10/20/30, que sugiere que un bosque urbano no debería tener más de un 10% de una especie, un 20% de un género y un 30% de una familia.
Como ejemplo se puede ver los indicadores de Vancouver donde se comparan con el benchmark con la regla 10/20/30. Asimismo, la diferencia entre los datos en el centro de la ciudad y fuera del centro.
Estas herramientas permitirán avanzar en la generación de redes de árboles en las ciudades, lo cual es imprescindible ya que como expresa Mancuso[1] “el 70% del consumo global de energía y más del 75% del consumo mundial de recursos naturales se deben a las ciudades, que producen el 75% de las emisiones de dióxido de carbono y el 70% de los residuos.
Si la huella ecológica definida por Wackernagel y Rees[2] es “una herramienta contable que nos permite estimar los requerimientos en términos de consumo de recursos y asimilación de deshechos de una determinada población o economía expresada en área de tierra productiva” contar con una red de árboles en base a criterios técnicos que mitiguen esa huella es perentorio.
[1] Mancuso. S. La Planta del Mundo (2021).
[2] Ecological Footprint: Managing Our Biocapacity Budget (2019).