Preguntas frecuentes que se hacen los CEO´S sobre temas de carbono
Por Federico de Arteaga. Ex Director Grupo JB-Cuervo. Experto en Ciudades, Destinos Inteligentes, en Responsabilidad Social y Sostenibilidad.
Catherine McKenna, Minister of Environment and Climate Change Canada
«Fijarle precios al carbono puede ayudar a estimular la innovación, alentar a las empresas a reducir las emisiones y apoyar los esfuerzos globales para enfrentar el cambio climático. Canadá entiende que un entorno limpio y una economía fuerte van de la mano. La cooperación entre los gobiernos de las Américas respalda la competitividad de nuestras economías, la protección de nuestro medio ambiente y el bienestar de nuestros ciudadanos».
¿Se pueden comprar bonos sin certificar?
Se pueden, pero tanto las empresas como los grupos de interés en su comunicación y en su análisis de las empresas que dicen haber calculado su huella, tienen que tener y mostrar la verificación de un tercero, lo mismo que en temas de seguridad de los equipos industriales, las normativas auditadas. Todo se puede hacer sin verificación, pero no es lo mismo poder mostrar que un tercero da el visto bueno. Además en la comunicación por los temas de “greenwashing” donde las empresas dicen que hacen cosas y después no lo pueden demostrar que lo hacen puede generar una duda o un riesgo reputacional.
¿Es ético mitigar comprando bonos de carbono?
Existen voces de juristas ambientalistas que se han alzado contra la venta de bonos de carbono a empresas que contaminan. Arguyen que es una visa para seguir contaminando.
Hay empresas que son contaminantes per se: una aerolínea, un hotel con aires acondicionados y calefacción, fábricas…
¿Qué hacen esos negocios, entonces? ¿A una vaca se le niega su fisiología? Entonces todo cierra, la gente no vuela, los bienes no se distribuyen, rifle ambiental para el ganado. Es ese absolutismo inmovilizante que, ya que no se puede hacer todo, no se hace nada. El cambio climático y la contaminación por CO2 han puesto de manifiesto la importancia de la huella de carbono que dejan las industrias, los eventos, el turismo y la ganadería, entre otros.
Un ejemplo simple sería que la Empresa A le vende bonos de carbono a la Empresa B. Entonces, A debe haber no solo calculado su huella de carbono, sino haberla mitigado para poder vender sus bonos de carbono a la empresa B que, por su propia actividad y su imposibilidad de contar con mecanismos de mitigación total, no está en condiciones de generar los bonos de carbono al nivel que le permita su propia mitigación.
Como en todo, hay maduraciones y simultaneidades. Se debe, pues, empezar con todos los mecanismos que se pueda mientras maduran las sociedades, los consumidores, los industriales y los gobiernos. También el tercer sector y los líderes locales que deben apoyar un modelo de cambio, ser agentes de cambio.
Lo fundamental es saber de qué tamaño es el animal en cada sector, en cada actividad. Si no se empieza por dimensionar la huella de carbono, si no se analizan las opciones de mitigación, si no se accionan activos dormidos, si no se complementan las acciones entre las industrias menos contaminantes hacia las más contaminantes a través del canje o venta de bonos de carbono, las contaminantes seguirán siendo contaminantes sin que se les de descanso y opciones desde la opinión pública, y desde el “todo o nada”.
Existen responsabilidades diferentes a nivel mundial, nacional, estatal y municipal; también desde lo privado, academia, tercer sector; desde lo familiar e individual. Una nueva generación mucho más consciente a todos estos niveles está estudiando, decidiendo, tomando las riendas de las empresas, de los gobiernos. La tendencia es al cambio, a la mejora de estos temas, y a la generación y diseño de nuevas herramientas para el combate al cambio climático.
Los temas éticos siempre estarán arriba de la mesa, pero lo que importa es qué grado de pragmatismo o de escepticismo estamos dispuestos a aceptar para avanzar, madurando el tema, coordinando acciones, generando compromisos reales … o impidiendo y frenando hasta que todo sea puro y cristalino.
¿Qué es la mitigación?
Es frenar la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, a través de la reducción de las emisiones y de la retención de los gases emitidos de la actividad empresarial.
¿Cuáles son las formas de mitigar?
Existen dos caminos:
- Interna: mediante la reducción de la huella de carbono medido en los Alcances del cálculo de la huella de la empresa. En este camino se trabaja en las áreas de: iluminación, climatización, equipos, generación eléctrica, refrigeración, transporte y medidas genéricas.
- Externa: a) mediante la compra de bonos de carbono en el mercado voluntario o b) diseñando una estrategia de proveedores de O2 (bonos).
¿Qué es un bono de carbono?
Los bonos de carbono son una forma reconocida internacionalmente para la gestión de las emisiones de carbono de las organizaciones.
Un creciente número de países y organizaciones está tomando medidas para descarbonizar, y a pesar del compromiso con la sostenibilidad y eficiencia energética de muchos de ellos, es casi imposible evitar por completo las actividades que causan emisiones.
La inversión en proyectos de compensación de carbono ayuda a las organizaciones a tomar medidas de acción inmediata sobre las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Cómo se mide?
En toneladas de Carbono Equivalente (tt/Co2 eq).