Seguridad nacional, un asunto inteligente.
Por Arturo de la P.
Es de todos sabido que el 2020 es un año retador en todos los sentidos y especialmente en lo que toca a la seguridad.
Los últimos acontecimientos nos hacen pensar que la seguridad es un tema de alta inteligencia para las ciudades, los gobiernos y las personas, mientras la población intentamos recuperarnos y salir con la frente en alto.
El cine retrata estas desgracias como parte del género de ficción y suspenso llamado catastrófico, no es algo nuevo, siempre ha sido del entusiasmo de Hollywood reflejar grandes acontecimientos sodomitas con similitudes verdaderamente espeluznantes a la realidad que nos rodea. No hablo de catástrofes naturales, si no de aquellos filmes que reflejan la mano del hombre como parte de estos eventos destructivos.
Salud
Uno de los grandes villanos en estos filmes son los virus, las bacterias y las extrañas enfermedades que provocan. Nada más parecido a la realidad que hoy vivimos en el mundo. ¿Cuántas de estas terribles desgracias de salud pública se podrían aminorar con el desarrollo a conciencia de programas concienzudos de trazabilidad de especies endémicas y un mejor manejo de los recursos de salud de los gobiernos?
Control de armamento y explosivos
Lo sucedido en Líbano hace apenas algunos días es un reflejo a gran escala de lo que nos sucede cada año en los pueblos coheteros del Estado de México y cito específicamente a Tultepec que es un poblado por excelencia pirotécnico y con pobres controles de seguridad desde hace décadas. Lo que pasó en el puerto de Beirut en la costa de San Jorge en el Mediterráneo es el desenlace de una cadena de eventos desafortunados que tienen como eje el nulo control y conocimiento del manejo de materiales peligrosos. Cosa que una ciudad inteligente simplemente no se puede permitir.
La Serie de HBO Chernóbil refleja con extraordinario suspenso la desgracia que aquella región vivió el 26 de abril de 1986 cuando se produjeron una serie de desequilibrios en el reactor 4 de la central nuclear que tuvo como desenlace el impacto directo en la vida de más de 5 millones de personas y el eminente abandono de toda la ciudad y la región.
Prevención de desastres naturales
Quizá uno de los peores villanos es sin duda la naturaleza y sus elementos. El hombre siempre se ha resguardado bajo la figura de lo imprevisto para justificar la falta de planeación y prevención en este rubro. La humanidad ha sufrido incontables debates de la naturaleza y por lo regular siempre nos pasa lo mismo. No teníamos la visión de anticiparnos a la desgracia y tentamos a nuestra suerte en “esto o aquello”, aunque lo estudiamos por cientos de años y sabíamos que tarde o temprano pasaría.
Pompeya es una de las películas que más me gusta citar en este caso porque refleja de cierta forma, la inocencia del ser humano ante el peligro eminente y cuando veo este tipo de cintas no dejo de pensar en lo sucedido en Guatemala con el Volcán de Fuego y los habitantes de San Miguel de Los Lotes que el 03 de junio se vieron sorprendidos por las fuertes explosiones del volcán y los efectos de su onda piro clástica arrasando todo a su paso. Cientos de miles de personas actualmente siguen viviendo a las faldas de volcanes activos quizá por tradición, política o necesidad pero esto sucede y seguirá sucediendo mientras no tengamos una organización urbana y social más inteligente.
Control de fuegos forestales
Los iconos de estos tipos de desgracia se llaman Brasil y Australia quienes han experimentado en los últimos años los peores acontecimientos en el control de fuego, devastando miles de kilómetros cuadrados de selvas, bosques y llanuras. California y Grecia (Mati) son otros que han protagonizado desastres con afectaciones a la población civil e incluso México se han visto altamente afectado por este tipo de eventos, a pesar de tener potentes programas como el DN-III-E de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Héroes en el infierno es una película del 2017 donde se narra la historia real de Prescott, Arizona, un poblado asolado por la llamas en el 2013 y como el cuerpo de rescate de Granite Mountain Hotshots trabaja para salvar a la población civil y a los recursos naturales.
Me pregunto, ¿Cuántos de estos incendios que se registran año con año podrían evitarse con mejores políticas públicas de prevención y con sociedades organizadas de forma más consiente e inteligente? Yo creo que muchos…
Desastre en el transporte público y su infraestructura
Nos encanta ver en estas grandes producciones como se derriban puentes, túneles e infraestructuras que hacen posible la vida en las grandes ciudades pero, esto en realidad ha sucedido en muchas de las urbes del planeta y cuando esto pasa la vida se colapsa y las personas sufren grandes pérdidas humanas y económicas.
El transporte público es la sangre que corre por las venas de una metrópoli permitiendo que los habitantes lleguen más lejos cada vez más rápido.
Quizá una de las ciudades que más adora Hollywood devastar en sus películas es Nueva York. Desde extraterrestres pasando por monstros increíbles hasta desastres naturales han hecho que la ciudad sea una y otra y otra vez interpretada como el epicentro de toda clase de fenómenos, desastres y ataques. Algunos provocados por la naturaleza en la vida real como el Huracán Sandy del 2018 que causo la peor crisis conocida en el metro en los últimos 108 años.
Esta ciudad juega un papel particular en el imaginario colectivo, lo que pasa en Nueva york le pasa a la humanidad, lo que pasa en aquella ciudad le pasa a la raza humana. Por eso es un blanco perfecto para los escritores de ficción y suspenso catastrófico pero también para los verdaderos elementos y maleantes como los hechos lamentables ocurridos en las torres gemelas en los lamentables acontecimientos del 11 de septiembre del 2011.
Una producción que refleja el colapso de una vía primaria es Pánico en el Tunel de 1996 cuando un grupo de personas quedan atrapadas en un túnel subterraneo por debajo del río Hudson al provocarse un accidente al interior del túnel y derribarse parte de este con peligro de un colapso total.
Esta como muchas otras películas nos hace reflexionar sobre cuántas vidas podemos salvar por medio de una adecuada planeación en momentos de desastre y cómo las repercusiones de que estos elementos que impactan la vida de sus ciudadanos se podría ver reducidas, contando con los adecuados sistemas, programas y tecnologías de una verdadera ciudad inteligente.
El problema no es que sucedan los desastres, el punto es que sucederán tarde o temprano, la pregunta es si estamos preparados para ello.