El futuro de la innovación en México.
Por Juan Alberto González Piñón.
El devenir histórico de toda civilización, así como su consecuente evolución tiene origen en un proceso de acumulación de conocimientos, saberes y capacidades que se origina de la interacción entre el ser humano y su entorno; a este proceso bien podríamos denominarlo acumulación de experiencias, el cual se ve beneficiado a lo largo del tiempo, a través de su consecuente socialización dentro de estas civilizaciones. Precisamente el proceso de aprendizaje engloba a estos elementos, el cual permite la generación de nuevas habilidades y la creación de nuevos eslabones en el desarrollo histórico adaptativo de la sociedad; toda vez que este se ve cristalizado a través de la vinculación entre el conocimiento o los saberes tácitos e implícitos y los elementos del conocimiento científico que dan lugar al denominado conocimiento explícito.
En este sentido el conjunto de conocimientos existentes en la sociedad y en sus interacciones individuales, justifican su constante acumulación y evolución en la medida que este permite el aprendizaje en la solución de necesidades, problemas o aprovechamiento de oportunidades, asegurando así su trascendencia y trasformación a través del tiempo, mediante acciones de aprendizaje y des aprendizaje, en el cual existe una selección consciente de ciertos conocimientos y comportamientos que de presentarse como incompatibles hacia la acumulación de habilidades y capacidades, deberán de ser desechados para dar paso a los nuevos conocimientos, o bien de ser el caso reforzar lo aprendido siguiendo el camino del cambio tecnológico hacia el desarrollo.
Así bajo estas bases, el futuro de la innovación en México, se tendrá necesariamente que entender, describir y ejecutar como la interrelación necesaria, dinámica y permanente que deberá existir entre el conocimiento científico, provisto por las entidades generadoras del mismo (UNIVERSIDADES, INSTITUTOS, CENTROS DE INVESTIGACIÓN Y UNIDADES DE TRANSFERNCIA DE TECNOLOGÍA); de forma que a través su necesaria socialización, transferencia y adopción, se enfoque a el análisis, la atención, tratamiento y solución de problemas nacionales o hacia la atención de oportunidades planteadas por la sociedad y el mercado; mediante la concreción de prototipos, diseños industriales, procesos o modelos de negocio que necesariamente deberán derivar en su implantación, adopción y escalamiento comercial, hasta la creación de nuevas empresas de base tecnológica de alto valor agregado (spin-offs); representando esto el principal eje impulsor del proceso de innovación; dicho proceso lleva inmerso la tesitura de romper con las formas establecidas en la atención y respuesta a dichos escenarios que expresan algún tipo de problemática u oportunidad comercial por aprovechar, en donde la implantación de estos esquemas supone en una primera instancia la búsqueda por concretar acciones de intercambio de conocimientos y experiencias a favor de dinamizar la competitividad, la innovación y el desarrollo tecnológico del sector empresarial, con una consecuente derrama de beneficios hacia la sociedad lo cual denota el carácter transgresor de la innovación.
En este sentido las IES y los Centros de Investigación, deberán orientar los esfuerzos que realizan, en materia de extensión, vinculación e integración de las capacidades científicas, tecnológicas, de docencia e infraestructura hacia la sociedad; hacia una estrategia que detone y potencialice la interacción e interrelación con el entorno local, regional, nacional e internacional, lo cual ubicara a estas entidades como el punto nodal entre los estudiantes e investigadores, la sociedad y el mercado con objeto de contribuir al desarrollo del país.
Algunas propuestas pueden ser:
- Desarrollar programas que fomenten la integración de las IES, Gobierno y empresas para fomentar la innovación de manera articulada para trabajar en forma sistémica para contribuir en forma armónica el desarrollo de nuevos productos, procesos y servicios.
- Generar mayor apoyo a Pymes para que se inserten en programas de investigación y desarrollo tecnológico.
- Establecer esquemas de apoyo financiero enfocado a la ciencia, la tecnología y la innovación para acciones de fomento hacia sectores rezagados.
- Implementar el Modelo articulador (Clusters) que atienda la desvinculación entre las universidades y los centros de investigación del CONACYT, y de estas dos instancias con los consejos estatales de Ciencia y Tecnología. Si los recursos son escasos, esta desarticulación entraña necesariamente una dispersión de los recursos, riesgos en la duplicación de proyectos de investigación y, además dificultades en la consolidación de los grupos en cada una de las instituciones mencionadas. Es urgente que los consejos estatales de Ciencia y Tecnología armonicen sus políticas con las universidades en sus estados y generen las estrategias y las acciones que tiendan a fortalecer las capacidades locales de investigación científica y tecnológica, pensando en las necesidades esenciales de las entidades y los municipios.
- Establecer políticas de transferencia tecnológica claras, que permitan aumentar la interacción y los flujos de conocimiento entre empresas, universidades y centros de investigación, tanto en el orden nacional como en mercados internacionales.
Las naciones que tienen intención de prosperar en la economía del conocimiento lo harán sólo con la aplicación de su fuerza intelectual, atrayendo personas altamente cualificadas y empresas con potencial de innovación capaces de transformar la innovación en oportunidades de crecimiento y desarrollo.
Juan Alberto González Piñón.
Maestro en Ciencias de Comercialización de la Ciencia y la Tecnológica por el Centro Global de Innovación y Emprendimiento de la Universidad de Texas, Maestro en Ciencias en Administración por el IPN, tiene estudios y certificaciones en el IPADE, Babson Collage, EBC, OMPI, CAF, IPN y el BID. Candidato a Doctor en Innovación por la Universidad Anáhuac. En la Universidad Panamericana se ha desempeñado como Director del Centro de emprendimiento e Innovación, actualmente ocupa el cargo de Secretario de Vinculación de la UP; área desde la cual impulsó la creación del Centro de Patentamiento.