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¿CIUDADES CON ETHOS?

¿CIUDADES CON ETHOS?

Por Dr. Federico de Arteaga. Líder del Proyecto Destino Turístico Inteligente Tequila y Vicepresidente de la Red de Destinos Turísticos Inteligentes de Iberoamérica.

Federico de Arteaga “La libertad de expresión no puede sobrevivir como abstracción”.

Las ciudades se han estudiado, imaginado, teorizado, desde diferentes puntos de vista. Asimismo, se han caracterizado por sus atractivos y productos turísticos, por su historia, tradiciones y monumentos. Casi siempre haciendo referencia a las ciudades en sí mismas, a los turistas, más que a sus habitantes. Y las ciudades tienen habitantes nacidos, exiliados, expatriados y refugiados en ellas.

En lo que refiere a refugiados, existe la Red Internacional de Ciudades Refugio (ICORN)[1], que es una organización independiente de ciudades y regiones que ofrecen refugio a escritores y artistas en peligro, fomentan la libertad de expresión, defienden los valores democráticos y promueven la solidaridad internacional.

Las ciudades miembros de la ICORN ofrecen refugio a largo plazo, aunque temporal, a quienes corren peligro como consecuencia directa de sus actividades creativas.

Desde 2006, más de 70 ciudades de todo el mundo dan cobijo a no menos de 200 escritores, artistas y periodistas. El compromiso de estas ciudades es a la vez muy concreto y profundamente simbólico: el agente de cambio; ya sea un escritor, un artista o un periodista, escapa de una amenaza inminente y de la persecución; la Ciudad Miembro ofrece refugio, lo que significa valores de hospitalidad, solidaridad y libertad de expresión.

Entre los refugiados se incluyen blogueros, novelistas, dramaturgos, periodistas, músicos, poetas, escritores de no ficción, artistas visuales, dibujantes, cantautores, traductores, guionistas y editores.  Esto les permite seguir expresándose libremente en un lugar seguro, pero no silencioso. Utilizando los medios digitales y sociales para llegar a públicos a los que antes no tenían acceso y beneficiándose de las redes locales sus voces pueden ser escuchadas por nuevos públicos en sus ciudades de acogida y más allá. Algunas de estas ciudades son: Bahía; Belo Horizonte; Ciudad de México; Barcelona; Amsterdam; París y  Estocolmo.

El proyecto de origen fue en la Ciudad de Asilo en Pittsburgh, junto con otras dos ciudades estadounidenses -Las Vegas e Ithaca. Éstas estaban patrocinadas por universidades; Pittsburgh, funciona con un modelo distinto al de todas las demás Ciudades de Asilo. En lugar de estar patrocinada institucionalmente, es una organización de base, sostenida por particulares y fundaciones. En lugar de centrarse en la ayuda de emergencia y en proporcionar una estación de paso temporal a un escritor exiliado, el compromiso de la Ciudad de Asilo de Pittsburgh es ayudar al escritor a construir un nuevo hogar y una nueva vida como parte de una comunidad.

La preocupación por la vida en la ciudad por sus residentes, también es una preocupación creciente y un tema de reflexión por los tomadores de decisiones.

La Ciudad de los 15 minutos[2]; Carlos Moreno, profesor de sistemas complejos e innovación de la Universidad de París, lleva décadas creando en su mente esta «ciudad de los 15 minutos» y parece tener respuesta a los posibles problemas que plantea este modelo. «No estamos hablando de la transformación de la ciudad, sino de la vida de la ciudad», sostiene. De lo que se trata es de localizar los aspectos que definen esa urbe del cuarto de hora, que pueden resumirse en «siete funciones sociales urbanas que cualquier ciudadano feliz querría: habitar, trabajar, hacer sus compras, acceder a la salud, la educación, la cultura y el descanso en armonía con la naturaleza próxima». La crisis sanitaria «nos ha recordado que la necesidad esencial de nuestras vidas es establecer vínculos, expresarnos y disfrutar de una rica vida social y cívica».

Por otra parte; Ivo Weöhrl, experto de la gestora Pictet Smart City, recuerda que el Objetivo 11 de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030 habla de garantizar ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.

Las reflexiones y las implementaciones van en el sentido de pasar de infraestructura técnica a bienes de convivencia. El clamor viene de la gente, cansada de las invasiones, de las gentrificaciones, de la pérdida de convivencia, de la desaparición de los comercios barriales, de un turismo inculto, que se impone.

Habrá que enfatizar en lo que dice la OMT en su defensa del turismo sostenible: Viaja – Disfruta – Respeta.

 

 


Bibliografía:

[1] https://www.icorn.org/what-icorn

[2] https://ethic.es/2021/10/la-ciudad-de-los-15-minutos/

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