El Modelo DTI Brasil
Por Bárbara Blaudt Rangel. Coordinadora de Destinos Inteligentes y Creativos – CDIC, CGPRO / DIMEC / SNDTur Ministerio de Turismo.
Imagínate un país que esté lleno de muchas bellezas naturales y una increíble diversidad cultural…
Parece un lugar perfecto como destino turístico, ¿no?
Así es Brasil, un país continental, rico en cultura, naturaleza y creatividad, con la mayor parte de su población cargando diariamente una amplia sonrisa y hablando un portugués mucho más “blando” que el que se habla en el país donde se originó el idioma.
Pero este país, que se encuentra con el Océano Atlántico al Este, y con diez otros países, al Norte, Sur y Oeste, está lejos de ser uno de los principales receptores de turistas extranjeros (o mismo de ingresos de divisas) en el mundo, ocupando, segundo la OMT, la 51ª posición en entrada de turistas, 12 posiciones detrás de Australia y 13 después de Sudáfrica en el 2019, países también considerados distantes de los principales emisores.
Brasil fue el último país de todas las Américas en abolir la esclavitud, en 1888/89. Y ahora, también parecía llegar tarde a las políticas de transformación de destinos en DTI.
Sin embargo, empezó a planear una estrategia nacional de DTIs, pionera en Latinoamérica, con la ayuda técnica del Instituto Ciudad del Futuro de la Fundación Ciudad de la Plata (Argentina) y con el apoyo de SEGITTUR (España), siendo el primer país en trabajar de esta manera. Para algunos, puede parecer algo lógico cuando se trata de “ponerse al día”, o recuperar el tiempo perdido, pero es mucho más que eso: para los brasileños se trata de trabajar en conjunto y, más aún, de innovar.
Y hablando de innovación, otra apuesta fue la de “tropicalizar” la metodología, o sea, tomar la metodología de SEGITTUR como referencia obligada por ser la institución creadora del modelo, y adaptarla para la realidad del país, que en muchos aspectos son diferentes de la realidad española.
Esta es una necesidad para que el país pueda lograr cumplir con los cambios que son imprescindibles a esta transformación, principalmente si se piensa que Brasil es el único país de Latinoamérica que habla portugués, estando alejado – en muchas cosas – de la cultura hispánica. Es, por lo tanto, una manera de adaptarse mejor a las necesidades de poner el foco en la seguridad, en el marketing y en la movilidad. Pero es, también, una justa manera de trabajar algo que los brasileños tienen en abundancia: la creatividad, una forma de inteligencia que entendimos importante incorporar a nuestra metodología.
No se trata de cambiar las reglas del juego, sino que adecuarlas para facilitar el entendimiento, el planeamiento y el hacer. Sin embargo, mantendremos los mismos estándares de responsabilidad del ente gestor de cada destino, y de los requisitos y la puntuación mínimos. Pero, además, ¡el compromiso de cada uno para lograr los objetivos en esta transformación en DTI serán los mismos!
Tampoco es decir que esta adaptación viene para solucionar problemas encontrados en diferentes destinos, ya que estos deben ser solucionados paralelamente a la implantación de la metodología.
La adecuación debe servir para facilitar la comprehensión de todos los involucrados en el proceso de manera a adaptar los espacios y las actividades turísticas del destino en un lugar realmente excelente para ser visitado, mejorando sobre todo la vida de sus propios habitantes, ya que si una ciudad que es buena para sus ciudadanos seguramente es buena para sus turistas.
De más está decir que todo esto no sería posible sin la estandarización de las operaciones, que busque un desarrollo ordenado de las actividades del proceso de transformación. Pero lo más importante es la colaboración de los colegas aliados, que contribuirá para el fortalecimiento de todos estos destinos que están trabajando con el mismo objetivo de convertirse en inteligentes.
Bárbara Blaudt Rangel.
Máster en Turismo y Gestión Hotelera por la Escuela Superior de Marketing y Administración (ESMA – Barcelona) y posgrado en Innovación del Turismo por la FGV-Rio, lleva 19 años trabajando en turismo. Participó en proyectos como el “Plano Aquarela” (Plan de Marketing Turístico Internacional), de Embratur, así como en el formateo de segmentos turísticos, trabajando con los segmentos de turismo empresarial y de eventos y turismo social, en los que ayudó en la construcción de políticas para grupos menos favorecidos de la sociedad.
También ha trabajado en el área de asistencia legal internacional de la Defensoría Pública de la Unión (DPU) y en consejos como el Consejo Nacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad (CONADE) y el Consejo Nacional de Migración (CNIG) y trabajó con la cultura y la economía creativa en la antigua estructura del Ministerio de Turismo de Brasil. Actualmente ocupa el cargo de Coordinadora de Destinos Inteligentes y Creativos de la Coordinación General de Productos Turísticos de este mismo Ministerio, en el que colabora en la implementación de políticas para la creación de la Red Brasileña de Ciudades Creativas y en la innovación para el turismo, mediante la firma del Convenio de Cooperación Técnica con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovaciones (MCTI) y la creación de la Cámara de Turismo 4.0, que adecuará la metodología internacional de Destinos Turísticos Inteligentes a Brasil.