La trampa de Tucídides.
Por Federico de Arteaga. Experto en Ciudades, Destinos Inteligentes, en Responsabilidad Social y Sostenibilidad.
La trampa de Tucídides[1] es una teoría que explica la relación entre una potencia hegemónica en declive y otra en ascenso. La tensión estructural letal que se produce cuando una potencia nueva reta a otra ya establecida.
La teoría se inspiró en la Historia de las Guerras del Peloponeso de Tucídides, historiador griego del siglo V a. C. En su libro, Tucídides narra cómo Esparta, la ciudad-Estado griega más poderosa del momento, vio amenazado su poder por el rápido ascenso de Atenas, que aspiraba a convertirse en la potencia hegemónica.
¿Cuáles son hoy las tensiones estructurales?
Hay muchas tensiones más o menos “letales”; en su libro Conectografía[2], Khanna se centra en los Estados Nacionales y la conectividad y el cambio de visión que implica ver el mundo desde las fronteras o desde las conexiones.
Algunos datos de la matriz estructural en el mundo:
- 64 millones de km de carreteras
- 4 millones de km de vías de tren
- 2 millones de km de tuberías
- 1 millón de km de cables internet
Mientras que sólo existen
- 500,000 km de bordes fronterizos.
Se estima que para la generación de nueva infraestructura, se gastarán en el futuro, un trillón de dólares por cada billón de personas en el mundo. Esta es una tendencia contraria a los gastos de defensa, que estarán estacionarios entre 2000 y 2025 y los de infraestructura que crecerán un 24% en el mismo período.
Otra “tensión” es en lo que refiere a la comprensión de la complejidad. Por ejemplo la visión simple frente a la complejidad económica.
Como sostiene César Hidalgo[3] “Los métodos de complejidad económica se han convertido en herramientas populares en la geografía económica, el desarrollo internacional y los estudios de innovación”. “La Complejidad Económica es una medida del conocimiento en una sociedad tal como se expresa en los productos que fabrica. La complejidad económica de un país se calcula en función de la diversidad de las exportaciones que produce un país y su ubicuidad (número de países que pueden producirlas y la complejidad de esos países).
Así, los países que son capaces de mantener una amplia gama de conocimientos técnicos productivos, incluidos conocimientos técnicos únicos y sofisticados, pueden producir una amplia diversidad de productos, incluidos productos complejos que pocos países pueden fabricar” (Growth Lab Harvard University, 2019).
Es por tanto un momento de conectografía, complejidad económica y simultaneidad, entre otras tendencias y realidades.
Las ciudades en este contexto serán como dice Khanna, archipiélagos urbanos, clusters de ciudades interconectadas, colaborando y comerciando, generando un producto interno bruto que puede llegar a ser el 30% del de sus países. Lo mismo puede pasar con los Estados, los municipios, no el fin, sino la revisión de fronteras que como las plantas no se desplacen, pero se muevan.
Hay que ver si la trampa de Tucídides esta vez no es para la guerra sino para la inteligencia colectiva.
[1] Graham Allison (2015).
[2] Connectography. Khanna.P. (2016). Random House.
[3] Hidalgo, C.A. Economic complexity theory and applications. Nat Rev Phys (2021). https://doi.org/10.1038/s42254-020-00275-1