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¿Cómo puede Ámsterdam ser un hogar para personas prósperas, en un lugar próspero, respetando el bienestar de todas las personas y la salud de todo el planeta?

¿Cómo puede Ámsterdam ser un hogar para personas prósperas, en un lugar próspero, respetando el bienestar de todas las personas  y la salud de todo el planeta?

Por Federico de Arteaga. Experto en Ciudades, Destinos Inteligentes, en Responsabilidad Social y Sostenibilidad.

En abril de 2020, durante la primera oleada de COVID-19, el gobierno de la ciudad de Ámsterdam anunció que se recuperaría de la crisis y evitaría otras futuras al adoptar la teoría de la “economía de la dona”. Explicada por la economista británica Kate Raworth en un libro de 2017, la teoría sostiene que el pensamiento económico del siglo XX no está equipado para lidiar con la realidad del siglo XXI de un planeta que se tambalea al borde del colapso climático”.

 

La economía de la Dona[1] establece, por tanto, unos principios generales para orientar a los ciudadanos del siglo XXI hacia el espacio justo y seguro que se encuentra entre el piso social y el techo ambiental del planeta. El mundo es finito y sus recursos no logran reproducirse a las mismas tasas de crecimiento que lo hace el cambio tecnológico, la productividad empresarial y las crecientes necesidades -muchas de ellas artificiales- de consumo de bienes y servicios.

Basada en la Thriving Cities Initiative (TCI) que es una colaboración entre el C40, el Doughnut Economics Action Lab3 y Circle Economy4, financiada por la Fundación KR5, cuyo objetivo es trabajar con algunas de las ciudades más avanzadas del C40 para explorar y llevar a cabo acciones ambiciosas para alcanzar el objetivo de vivir bien, dentro de los medios del planeta vivo y, en el proceso, reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) relacionadas con el consumo; es que Amsterdam ha iniciado este camino.

Los Principios a Poner en Práctica son:

1. Adopte el objetivo del siglo XXI.

Apunta a satisfacer las necesidades de todas las personas dentro de los medios del planeta viviente. Busque alinear el propósito, las redes, la gobernanza, la propiedad y las finanzas de su organización con este objetivo. Espere que el trabajo sea desafiante, innovador y transformador.

2. Ver la imagen completa.

Reconocer los roles potenciales del hogar, los bienes comunes, el mercado y el estado, y sus muchas sinergias, en la transformación de las economías. Asegúrese de que las finanzas sirvan al trabajo en lugar de impulsarlo.

3. Nutrir la naturaleza humana.

Promover la diversidad, la participación, la colaboración y la reciprocidad. Fortalecer las redes comunitarias y trabajar con un espíritu de alta confianza. Cuidar el bienestar del equipo.

4. Piense en sistemas.

Experimente, aprenda, adapte, evolucione y apunte a la mejora continua. Esté alerta a los efectos dinámicos, ciclos de retroalimentación y puntos de inflexión.

5. Sea distributivo.

Trabaje con el espíritu del diseño abierto y comparta el valor creado con todos los que lo cocrean. Sea consciente del poder y busque redistribuirlo para mejorar la equidad entre las partes interesadas.

6. Sea regenerativo.

Trate de trabajar con y dentro de los ciclos del mundo viviente. Sea partícipe, reparador, regenerador, mayordomo. Reduzca los viajes, minimice los vuelos, sea inteligente en cuanto al clima y la energía.

 7. Apunte a prosperar en lugar de crecer.

No permita que el crecimiento se convierta en un objetivo en sí mismo. Sepa cuándo dejar que el trabajo se extienda a través de otros en lugar de aumentar su tamaño.

El Retrato de la Ciudad será utilizado en Amsterdam por los responsables políticos y las partes interesadas como punto de partida para reflexionar sobre las oportunidades y los retos, las sinergias y las tensiones, de las iniciativas políticas alternativas que se están considerando. Al adoptar una perspectiva holística de las posibles acciones, pueden incorporar los conocimientos adquiridos al proceso de diseño de políticas.

Como explica Raworth “El reto es crear economías locales y globales que lleven a todos al espacio seguro y justo del donut [el aro principal, por debajo del cual se encuentran las carencias del sistema y por encima, los excesos]. En lugar de perseguir un PIB cada vez mayor, es hora de descubrir cómo prosperar de forma equilibrada. La economía del donut satisface las necesidades de todas las personas, pero dentro de los límites del planeta”.

Habrá que estar atentos a Amsterdam y a esta nueva forma de ver la economía.


[1] Doughnut Economics. K. Raworth. (2017)

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