Desde Santander se valoran las mejores prácticas de Tequila.
Usted que ha estado en Tequila, como académico y experto en smart cities, ¿cuál cree que es una mejor práctica implementada en Tequila y por qué?
Más allá de la implantación de algunas soluciones tecnológicas, evidentemente beneficiosas para Tequila como destino y como lugar para habitar, hay dos elementos que para mí destacan sobre los demás:
- El CODIT (Consejo para el Desarrollo Integral de Tequila) por su papel en la gobernanza del destino turístico, representando distintos colectivos de la sociedad de Tequila y contando con todo el apoyo de los empresarios de la ciudad.
- Su esfuerzo por convertirse en el primer Destino Turístico Inteligente de México, no tanto por la certificación, que es importante, sino por la hoja de ruta que implica importantes mejoras en servicios urbanos básicos. Eso redundará, sin duda, en la mejora de la calidad de vida de sus habitantes, que es una condición irrenunciable para avanzar como destino. Uno de los ejemplos más recientes que he podido conocer en este sentido es la mejora y eficiencia en el alumbrado público. También, sus esfuerzos por favorecer la educación de los estudiantes de la ciudad.
Su ciudad, Santander es de los destinos inteligentes en España con más “horas de vuelo”, ¿cuáles han sido los factores clave de éxito?
Desde mi punto de vista, tanto el liderazgo de la Administración Local como la relación entre ciudad, universidad y sector privado han sido dos factores clave en la evolución de Santander como ciudad inteligente. Lógicamente, haber comenzado su andadura hace más de 10 años le ha permitido situarse en la vanguardia y atraer la atención de creadores, empresas y entidades interesadas en la evolución de las Smart Cities.
La combinación de todo ello ha permitido que se convirtiera en un living lab muy atractivo para la experimentación de nuevas soluciones. Como es lógico, esa circunstancia no solo ofrece ventajas. Durante años, la falta de referencias en algunas cuestiones ha forzado un modelo de evolución basado en el prueba-error.
Como geógrafo, qué importancia le asigna a su disciplina cuando se cuentan con big data, urban analytics, ¿cuál será la mayor contribución de lo georeferenciado?
Efectivamente, los geógrafos tenemos un evidente interés por analizar y comprender los factores sociales, económicos y ambientales bajo un enfoque espacial. Actualmente, se ha disparado la capacidad de generar datos e incluso de georeferenciarlos, pero ahora el reto está en saber qué queremos, cómo debemos combinar esos datos, como generar información a partir de ellos y, finalmente cómo trasladar las conclusiones al diseño de políticas públicas o decisiones empresariales.
Creo que, de momento, hay más datos que capacidad de asimilarlos y de trasladarlos a la gestión diaria. En ese contexto, la planificación estratégica y la toma de decisiones basadas en la evidencia de los datos deben jugar un papel central. En eso, creo que algunos segmentos del sector privado, por ejemplo la venta on line o los servicios para transporte y alojamiento, llevan una gran ventaja al sector público. Es posible que la actual crisis sanitaria de la COVID – 19, suponga un empujón a estos enfoques en el sector público y los datos georeferenciados se conviertan en un área estratégica. Al menos parece que ese tipo de soluciones están siendo útiles en las últimas semanas.
Jaime Gutiérrez Bayo.
Licenciado en Geografía y Máster en Estudios Ambientales y Territoriales. Más de 18 años de experiencia en el asesoramiento, diseño e impulso de políticas públicas en el ámbito del medio ambiente como procesos de participación ciudadana, implantación de Agenda 21 Local o proyectos vinculados con la Educación Ambiental. Ha trabajado para la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, y sus distintas direcciones generales, durante más de una década y, en 2012, comenzó su labor de Coordinador Técnico del Plan Estratégico de Santander 2020 en la Fundación Leonardo Torres Quevedo de la Universidad de Cantabria.