¿Las ciudades responden a las necesidades de las mujeres?
¿Cómo ve el rol de las mujeres en las ciudades?
Como en muchos sectores de la economía, las mujeres han ido ganando espacio en pensar las ciudades. De hecho el urbanismo con perspectiva de género ha ido ganando terreno y de a poco se va a convertir en una parte imprescindible en la generación de cambios urbanísticos. Somos las mujeres las que más usamos la calle, porque las caminamos y utilizamos el transporte público, porque compramos en los establecimientos de los barrios, llevamos a nuestros hijos a la escuela, vamos a nuestros trabajos y queremos además sentirnos seguras. Por eso, una mayor participación de las mujeres a través de los mecanismos de participación ciudadana nos permitirán avanzar hacia ciudades más inclusivas y sostenibles.
¿Quiénes son las referentes para usted?
Me gusta mucho el trabajo que está haciendo en los Estados Unidos Women Led Cities, que busca reducir la inequidad en las ciudades que impacta la forma que niñas y mujeres llegan, viven y prosperan en las ciudades. Esta iniciativa lo que hace es generar una conversación entre sector privado, público y organizaciones de la sociedad civil para que las ciudades se conviertan en más inclusivas en la planificación y el diseño.
Se ha dicho que las ciudades son femeninas. ¿En qué?
Entiendo que las ciudades se están moviendo en esta dirección. El modelo actual de ciudades tiende a poner en el centro lo que tiene que ver con lo productivo y remunerado, muy relacionado a lo masculino, mientras el ámbito de cuidados – más relacionado con las mujeres – es invisible. Imagino que la pregunta que muchas ciudades se están haciendo es: ¿Las ciudades responden a las necesidades de las mujeres? Hoy las ciudades se han vuelto más amigables con nosotras, con los niños, con los que tienen alguna discapacidad, con nuestros mayores. Sin duda, para que una ciudad sea femenina tiene que priorizar el transporte público, la seguridad integral, acceso a espacios verdes, centros de salud dirigidos a las mujeres, acceso a la vivienda y atención a las mujeres en situación de calle y otros grupos marginados.
Ana Castillo Leska.
Uruguaya. Ingeniera Agrónoma y MBA en Agribusiness. Su experiencia profesional ha estado centrada en el área de innovación, tanto en el sector público y privado. Actualmente es especialista senior del BID Lab- laboratorio de innovación del Grupo BID – donde ha podido desarrollar su pasión por aprender, innovar, articular esfuerzos público-privados y buscar soluciones que hagan la diferencia. Dentro del BID Lab su área de actuación está focalizada en emprendimientos, innovación, empoderamiento económico de la mujer y Agtech.