¿Surfeando Ciudades?
Por: Federico de Arteaga
En su último libro ¡Sálvese quien pueda!,[1] Andrés Oppenheimer analiza el futuro del trabajo en la era de la automatización. Si bien las tendencias están dentro de las que se han venido analizando en los últimos años, enumera las 10 áreas con mayores posibilidades para el año 2020. Éstas son: i) asistentes de salud; ii) analistas e ingenieros de datos y programadores; iii) policías digitales; iv) asesores de ventas; v) cuidadores y programadores de robots; vi) profesores y maestros; vii) especialistas en energías alternativas; viii) artistas, deportistas y creadores de entretenimiento; ix) creadores y diseñadores de contenidos comerciales y x) consejeros espirituales.
Asimismo, explicita las cuatro competencias clave: creatividad, comunicación, pensamiento crítico y colaboración.
Al analizar la demanda de trabajo en las ciudades –y sobre todo en los destinos inteligentes– nos percatamos de que tanto las áreas como las competencias arriba mencionadas son indispensables. Ahí el reto: pocas competencias esenciales para resolver múltiples desafíos.
Oppenheimer narra en su libro que, en una entrevista, Benjamin Pring comparte el consejo que dio a sus hijos sobre cómo elegir carrera: buscar una ola grande y colocar su tabla de surf en ella. “Identifica las que tengan futuro y surféalas… pero antes que nada, reconoce las olas que te gusten”, acotó el mismo Oppenheimer en esa conversación.
Cabe entonces preguntarse ¿las ciudades inteligentes y los destinos inteligentes son una ola a la cual montarse, es la ola mentirosa que nunca llega, o hay que saber elegir la ola[2]?
En su libro El lenguaje de las ciudades, Deyan Sudjic[3] afirma:
“Una ciudad con éxito es una entidad que se está reconfigurando continuamente, cambiando su estructura y su sentido social, aunque sus contornos no parezcan muy distintos”.
Ello me hace pensar en el movimiento de los grupos de olas, que son independientes de los movimientos de otros grupos[4]: ambos mantienen sus direcciones e intensidades al pasar simultáneamente por la misma zona. Se comportan como si no “se vieran” al pasar por el mismo lugar.
En el tema de las ciudades, no podemos permitirnos no ver pasar los distintos movimientos y tendencias; necesitamos saber clasificar qué tipo de ola viene llegando, y cuál surfear en qué momento. Como las tendencias y áreas de las que habla Oppenheimer: hay olas que rompen en la arena y otras que lo hacen en arrecifes; olas que deben surfearse con mucha velocidad y fuerza, y otras que son espuma en su mayor parte; las que rompen en varias partes, cerrándose, por lo que no son nada buenas para surfear … y las olas de calidad que, cuando llegan a la costa, lo hacen sin necesidad de que haya viento, pues en su travesía se han ido ordenando y separando entre sí, constituyendo entonces las olas mejor definidas. Hay también, y de manera importante, olas que hay que dejar pasar: saber decir que no.
El verdadero reto está, pues, en la simultaneidad, y en la capacidad de esclarecer el reto particular al que nos enfrentamos en cada paso. Hoy algunas industrias avanzan exponencialmente mientras otras retroceden; algunas permanecen estáticas, otras más desaparecen, y aún otras generen áreas que antes no existían. Todo ello sucede al mismo tiempo.
¿Qué tipo de organización está preparada para esto? ¿Qué tipo de planeación es capaz de contener el océano y no las olas? ¿Qué pasa en los destinos inteligentes?
¿Cúales son los océanos? Son los grandes temas mundiales: el cambio climático o los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, por ejemplo.
¿Cómo se llaman las olas? La uberización de la economía, la algoritmización de la información, la robotización del trabajo, la automatización… Por otro lado, la responsabilidad social empresarial y la sostenibilidad, entre otras.
¿Cuáles son las tablas de surf? Diseño, conectividad, big data, trazabilidad, gobierno electrónico, tecnología, innovación, accesibilidad, sostenibilidad, educación y cultura. Plataformas de conocimiento y acceso.
¿Quiénes son los surfistas? La sociedad entera: los trabajadores del conocimiento, los desplazados del trabajo, el entretenimiento, los deportes. Nadie es ajeno.
¿A dónde llegaremos?
A todos lados, dependiendo de las competencias… o a ninguno, dependiendo de las incompetencias.
Si las ciudades son y serán el centro de la actividad humana, es necesario comenzar a diseñar sistemas de soluciones para sistemas de problemas: diseñar los modelos de prevención para las ciudades.
[1] Sálvese quién pueda. Andrés Oppenheimer. Debate. 2018.
[2] http://posteable.com/deportes/glosario-de-surf/
[3] El Lenguaje de las Ciudades. Deyan Sudjic. Ariel. 2017.
[4] http://adnnativo.wordpress.com/2011/01/12/las-olas-ritmo-y-movimiento/